La productividad no es un tema de suerte ni de tener el mejor equipo, es cuestión de método y enfoque. Y uno de los métodos más efectivos para organizar tus acciones y lograr resultados consistentes es el Método STAR.
Si eres de los que siente que las tareas se acumulan o no sabes por dónde empezar, el Método STAR puede ser la clave para transformar esa sensación de caos en una productividad de alto nivel. ¿Cómo? Aquí te lo cuento.
El Método STAR es un enfoque estructurado para resolver problemas o enfrentar desafíos, y está compuesto por cuatro pasos sencillos que puedes aplicar a cualquier situación en la que necesites mejorar tu productividad:
Situación (S)
¿Dónde estás ahora? El primer paso es identificar la situación en la que te encuentras. En pocas palabras, es entender qué está pasando. Ya sea un problema que necesitas resolver o un proyecto que está en proceso, necesitas ver el contexto completo antes de tomar cualquier acción.Tarea (T)
¿Qué necesitas hacer? Aquí es donde defines la tarea que debes realizar, el objetivo que debes alcanzar. Esto se convierte en tu meta y lo que guiará todas tus acciones posteriores.Acción (A)
¿Qué vas a hacer? Este es el paso clave. Se trata de tomar acción concreta. Aquí es donde te enfocas en cómo vas a resolver el problema o alcanzar tu meta. ¿Qué herramientas vas a usar? ¿Qué procesos vas a seguir? Todo debe estar planeado de forma eficiente para evitar distracciones y retrasos.Resultado (R)
¿Qué lograste? Una vez que has ejecutado la tarea, llega el momento de evaluar el resultado. ¿Fuiste efectivo? ¿Alcanzaste el objetivo que te planteaste? Este paso no solo es para medir el éxito, sino también para aprender de lo que hiciste bien y lo que podrías mejorar la próxima vez.
- Claridad en el enfoque
Cada paso del método está diseñado para aclarar y enfocar tu energía. Te ayuda a definir con precisión lo que tienes que hacer y cómo lo vas a hacer, sin dar espacio a las dudas ni a la procrastinación.
- Organización efectiva
Al seguir este enfoque, tienes una estructura clara para abordar cualquier proyecto o desafío. Eso significa menos caos y más control. Puedes gestionar tareas grandes o pequeñas con el mismo nivel de eficacia, y esto aumenta tu productividad.
Mayor efectividad
Al tener claras tus acciones, puedes enfocarte en lo que realmente importa y evitar distracciones. Ya no tendrás que perder tiempo adivinando qué hacer a continuación, porque todo está ya claro en tu planificación.Medición de resultados
El paso final te obliga a reflexionar sobre el resultado de tus esfuerzos. Esta retrospección te ayuda a mejorar continuamente. En lugar de repetir errores o perder tiempo en estrategias ineficaces, sabrás exactamente lo que funcionó y lo que no, lo que lleva a una mejora constante en tu productividad.
Identifica el desafío: Si tienes una tarea o proyecto que parece abrumante, comienza por describir el problema que estás enfrentando. ¿Qué te está frenando? ¿Qué obstáculos estás viendo? Este es el primer paso hacia la productividad, ya que te permite tener una visión clara de dónde estás.
Define tu meta: ¿Qué quieres lograr? Al hacerlo de manera clara y medible, podrás saber cuándo has alcanzado tu objetivo. Esta fase es crucial porque establece el rumbo que tomarás para avanzar.
Toma acción: Ahora que sabes lo que tienes que hacer, ponte en marcha. Divide la tarea en pasos más pequeños, si es necesario, para que no te sientas sobrepasado. Comienza por lo más importante y asegúrate de que cada acción te acerque más al resultado que esperas.
Evalúa y ajusta: Después de que termines, reflexiona sobre los resultados. ¿Cumpliste tus expectativas? ¿Qué aprendiste del proceso? Este paso es esencial para asegurarte de que siempre estás mejorando tu productividad.
Ejemplo Práctico
Imagina que estás trabajando en un proyecto importante y te enfrentas a múltiples entregas a corto plazo. Apliquemos el método:
- Situación: Tienes cinco entregas pendientes para esta semana, y todas son de alta prioridad.
- Tarea: Debes organizar las entregas, priorizar las más urgentes y gestionar tu tiempo para cumplir con cada una a tiempo.
- Acción: Divide las entregas en partes más pequeñas, establece un cronograma y empieza con las tareas que tienen un impacto inmediato. Evita distracciones y trabaja de forma enfocada.
- Resultado: Al final de la semana, todas las entregas fueron completadas a tiempo, sin estrés de última hora. Además, aprendiste que dividir las tareas en pequeños bloques de tiempo mejora tu eficiencia.
Conclusión
El Método STAR no es solo una herramienta para resolver problemas, es una metodología que puede transformar tu forma de trabajar. Al aplicar estos simples pasos, podrás tomar el control de tu productividad, reducir el estrés y conseguir resultados de forma consistente. ¿Por qué seguir improvisando cuando puedes ser más organizado y efectivo?
La clave está en simplificar lo complejo. Si eres constante en seguir este método, la productividad dejará de ser un reto y se convertirá en una parte natural de tu día a día.
Felipe Montoya es Co Fundador y Director de Operaciones y Tecnología de Bibanco, Master en desarrollo organizacional y liderazgo de EIDHI University. Boston, Massachusetts. Administrador de empresas con formación como Ingeniero de Sistemas.